La monarquía absoluta
El Antiguo Régimen fue el sistema político, económico y social predominante en
Europa durante el siglo xviii. Estuvo caracterizado en lo político por la monarquía
absoluta, en lo económico por una agricultura de subsistencia y en lo social por una
división en estamentos privilegiados y no privilegiados.
El sistema del Antiguo Régimen venía siendo el más habitual en Europa desde la
Edad Media. Comenzó su final al mismo tiempo que tenía lugar la Ilustración.
La monarquía absoluta
La monarquía absoluta era la forma de gobierno propia del Antiguo Régimen, contra
la que lucharon los partidarios de los sistemas liberales. Esta monarquía situaba al
rey por encima de cualquier poder, justificaba su gobierno en un origen divino y
concentraba en sus manos los tres poderes principales del Estado.
Los monarcas absolutos ejercieron durante la Ilustración una política conocida como
«despotismo ilustrado», mediante la cual los reyes pretendían conseguir la felicidad
de los súbditos a través de reformas y la promoción de la cultura y la ciencia; pero,
haciendo uso de su autoritarismo, las medidas eran impuestas desde arriba sin consultar al pueblo, de modo que no afectaran a la estructura de su poder.
El despotismo ilustrado se extendió por gran parte de Europa. Los principales monarcas ilustrados de Europa fueron: José II de Austria, Federico II de Prusia, Catalina I
de Rusia, Carlos III de España y José I de Portugal.
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